Sueño anoche que estoy en una misa. Y hablo con el curra. Le digo algo, sobre el futuro de la humanidad y de la iglesia de Santo Domingo, que si seguro la conocia. Estoy con varias señoras en la misa. Y antes, entre sueños fragmentados, sueño que entro a mi casa con una chica, y luego viene Luis y Juan Carlos; Luis entra con un portafolios. Y con Juan, vemos cómo se sube en una pared, un gato amarillo-marron, algo gordo. Hasta aqui, recuerdo, en este momento, las ocho y media de la mañana, del 24 de julio.
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