MI VIDA ANTES Y HOY.

Siempre fui,-desde mas o menos los 11 o 12 años-inquisidor, preguntón, investigador. De la vida, el universo y el hombre. Me preocupaba el comportamiento maligno de la humanidad. ¿Por qué el ser humano se pregunta?. Es por su deseo de comprender, y de saberse conocedor de que tiene un sí mismo. Hay tres cosas que nos diferencian de los animales: la conciencia del tiempo, de la muerte, y del si mismo. En resumen: la conciencia. Se debe ser conscientes para ser feliz. Y para no serlo, basta no serlo. De esta forma, por nuestra indolencia, hacemos infeliz a otros. O en todo caso, coartamos la posibilidad de que el semejante sea pleno. Porque la otra persona, debe aprender a no dejarse influir por la inconsciencia del otro. Ocurre que nos han enseñado, desde tiempos inmemoriales, a ser dependientes. ¿Es esto algo necesario?. En parte si. Pero la dependencia debe ser amada. Debe ser querida. Si yo no quiero depender, simplemente me libero y acepto los desafios. Yo, lo soy. Un hombre que acepta desafios, pero que es dependiente. ¿Alguien no lo es?. Nadie. Sin embargo, la cosa es ser dependiente de su realidad y de su amor. Es decir, saberse que uno es lo que es. Y listo. En eso estoy. Y durante muchos años, no me acepté como dependiente. Me pesaba. Cuando jovencito, saber que vivia con mis padres, y debia estar sin ellos.Que debia hacer esto o lo otro. Que debia ser asi o asá. Hoy soy libre, respecto a eso. Sin pareja, y sin la dependencia psicológica. Falta algo: avanzar más sobre mi consciencia. Cada día, un poco. Cada día, con mas vigor. Más allá de mas allá. No importa si fui o soy un enfermo.Lo que interesa es -en definitiva- ser feliz. Y amoroso. Lleno de vida. En lo posible de instante en instante. Durante el lapso de lo que resta de mi vida. Si no lo logro, puedo ser más feliz en comparación con aquella dependencia psicológica. La que hoy no existe. Ya me pasa. ¿Hasta dónde llegaré? Hasta donde quiera. Donde pueda y me limite Dios y mi sí mismo.