En una suave mañana, veo estrellas, en mi alma. Sigo la verdad de mi Tao. No me amilano para nada. Voy despertando a un nuevo Surgir. Más allá del dolor y la pena. Vivo con intensidad, la pátina musical de mis días. Eso siento después de ir más allá del viento. De mi suspirar, de momentos. Alegría y sorpresa. De ver que estoy más allá de mi tristeza.
Vivo el hoy de mis días. Vivo con amor y dicha. ¿A dónde voy? No lo sé, pero sí, se que VIVO.
No culpo a nadie más. Ya está.
En el ayer, me acurruco pensando que no fue en vano sufrir. Pero no me quedo mascullando el pasado. Si no que veo mi futuro con alegría. ¿A dónde voy?. A ninguna parte. A la dicha simplemente dicha. Y no por eso, sólo declamada, sino vivida y amada. ¿Amo?. Si, pero aún pueden esperarme momentos dífíciles. Pero nunca más será como antes. Porque hoy ya soy un gigante...pequeño. Un pequeño, viajante. Un viaje eterno por el devenir, y asi, ¡sentir!.
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