EL DERECHO A IMAGINAR.

"Dicen que soy un soñador, pero no soy el único". Esto lo dijo el santo del rock, John Winston Lennon. Y es verdad. Existe en la vida el derecho a soñar, a imaginar. A descubrir mundos ignorados que sólo están en nuestra mente, y en nuestro corazón. Yo, viajo  y viajé por universos inexplorados por los mediocres. Porque quien no sueña es una persona que no conoce el valor de estar sin estar. De vivir en lo imaginable. En sentir lo que se siente adentro de uno. 
Mi madre aprendió esto. Lo hizo a una edad algo tardía, pero lo aprendió. Yo, lo comencé a hacer desde muy chico. Si. Desde bien joven. Imaginar me ha llevado a mundos inventados, que me han protegido de caer en los vicios y en patéticos desenlaces, debido a mi "enfermedad" o sin comillas. El derecho a imaginar, es algo que todos podemos ejercer. Se encuentra a nuestro alcance. Es casi como el derecho a ser feliz. Si,creo que quien no lo ejercita, puede ser feliz, igualmente. Pero no creo que pueda abarcar el mundo desconocido del sentir lo imaginado. De palpar la belleza del amor hacia personas y cosas, que quizás no sean correspondidos. Porque después de todo es un acto de valentía que se tutea con la locura. ¿Con la locura?. Ja!. Si imaginar es estar loco, ¡que lindo es ser loco!. Pocos tienen el valor de ser locos. El valor de vivir la vida en toda su plenitud, a pesar de claro, saber que somos diferentes a la mayoría. Diferentes e iguales. Porque somos seres humanos como todos, pero  ejercitando el derecho a imaginar.