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martes, 25 de febrero de 2014

LA GRAN AVENTURA, Y TRAGEDIA, DEL SENTIR.

Sentir es una bendición, y muchas veces, es un sufrimiento. Todos lo hacemos. Pero muchos no se atreven a llegar a grandes extremos, o grandes picos de sentimiento. Lo reemplazan por el pensar,o simplemente, eluden experiencias que causen dolor o enorme felicidad. Osho nos dice que la conciencia es importante a la hora de ser feliz. Y desde ya que es cierto, porque cuando uno es consciente de ser feliz, avanza más y más en mayores desafios y valentias para sentir mejor la vida. ¿Es también una tragedia?. Yo le llamaría la "bella tragedia". No es igual, a la que logra quien hace daño a alguien. No, porque este sentir, por ejemplo, odio, termina perjudicando a uno mismo. Mientras que si uno siente a otra persona, o sufre o goza con ella, logra la cumbre de los sentimientos. Es un frescor que atesora el alma de quien ama. Quien ama, sufre y goza con el otro. Y consigo mismo. Disfruta hasta el sufrir. Siente la vida más  y más. ¿Se aprende esto?. La vida lo enseña,o uno se atreve a practicarlo. Con búsqueda de lo nuevo. De lo vívido puramente. Y no me refiero a la castidad o virginidad, eh. No hablo de sexo, aunque éste puede ser algo bello, como experiencia nueva. Me refiero a todo lo que sea nuevo, y a veces, simple. Lo hermoso. Lo bello. ¿Es hermoso el sentir?. A pesar de la tragedia que conlleva, muchas veces, SI. Todos lo hacemos, pero unos más y otros menos. Los más, son quienes han desidido pensar  y no sentir tanto. Si no, el mundo no seria tan cruel e hipócrita. Los sintientes pueden hacer un mundo feliz. Un mundo lleno de gozo. Y a pesar del sufrimiento y la tragedia. Porque el sentir mucho de un hombre, es abarcar la más excelsa misión de la humanidad: ser felices. 

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