En los años setenta, y debido a tantos gobiernos militares, totalitarios y llenos de hipocrecia, represión y antipatia por la sociedad argentina, se produjo un auge de grupos terroristas. El ERP,los Montoneros, las FAR, etc...y bombas y mas bombas. Muertes. Torturas. Pero los militares, hicieron un contraste atroz, a partir de 1976, con la dictadura llamada hipócritamente, Proceso de Reorganización Nacional. Tanto que dejaron 30 mil desapariciones. Y miles y miles de exiliados políticos. El proceso, iniciado con la dictadura de Jorge Videla, presidente defacto que hiciera un golpe de estado el 24 de marzo de 1976, llevó a un reguero de sangre y dolor para un país lleno de tribulaciones, desde 1930, con el primer golpe de estado al presidente Irigoyen, radical de aquellos años, con el cual, a mi entender, empezara una larga lista de fracasos y desencuentros políticos y económicos. Desde aque lejano año de 1930, no hubo paz. Sin embargo, hace ya un par de décadas, y a pesar de los nefastos gobiernos de Menem y De la Rua, no hay violencia política. No hay Marios Firmenich, en la juventud. Ni Videlas, en los presidentes. Porque yo creo que aunque más no sea de manera tímida, e inicial, hemos comprendido que la violencia política no es el camino para cambiar un país. Por eso,los pibes hoy en vez de poner bombas, estudian periodismo, y hacen reuniones pacificas. Manifestaciones creativas. Pancartas sin agresiones. Y una manera democrática participativa. Además, los politicos, no usan mandar a matar a nadie. Si, por cierto, existe la coima y el negociado. La abulia. Pero esto será para superar alguna vez. Asi, entonces, creo en el país. Porque el tiempo es el más grande maestro.Una época sin violencia política.
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