Las comunidades llamadas falasterios, originadas en una idea de Charles Fourier, socialista utópico, se autosustentaban en agricultura y necesidades básicas, de hasta 1.600 personas. Fueron un principio que tuvo cierto auge, en la época de los hippies. Existieron varias más o meno célebres, como la de Colonia Hughes, cerca de Colón, Entre Rios, en mi país, Argentina. Hubieron otras en España y los Estados Unidos. En ella, no había un concepto de propiedad privada, y se establecian normas de convivencia, en lo social, sexual, y sin líderes políticos.
No tuvieron éxito. Yo creo que hay una ley, en la vida que dice: "El conflicto en inherente a la condición humana. cuando se reúnen o viven dos o más personas. Incluso en la relación con uno mismo, en soledad. Y se parte de la base de que debe ser aceptado y comprendido. De tal manera, es eliminado, sólo y cuando sólo es aceptado, en primer grado, y luego por tal motivo, comprendido".
Desde esta posición, no hay forma de escapar con evasivas, las cuales llevan a mayores conflictos, los cuales evidentemente, tornan a la sociedad, en cierto manera, insoportable para muchos individuos, sobre todo de esta época. La forma de remplazar una evasión por otra, si es comprendida, aceptada y asimilada, hace que el ser humano, pueda ser feliz. En tal caso, la posición a tomar, de satirizar y a la vez," no moverse a ningún lado para escapar", es la mejor forma de eliminar el sufrimiento que nos traerá felicidad. Y ésta no necesita de ninguna regla pre establecida, compulsión o castigo ni siquiera premio. El premio es sin dudas, estar vivo, participando de lo que la naturaleza y la vida, nos haya dado, -por obra de ella misma- sin escapatoria posible. Aunque parezca algo irónico o feo, el mayor regalo para los sabios de todas las épocas, filósofos, e incluso religiosos, ha sido y será: aceptar todo sin condena ni justificación. Porque ahi, reside la gracia del sabio.
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